Mutilación genital femenina

Día Internacional de Tolerancia Cero con la Mutilación Genital Femenina

La mutilación genital femenina es un procedimiento que consiste en la extracción total o parcial de los órganos genitales de las mujeres o niñas. Se trata de un tipo de violación de los derechos de las mujeres y niñas. Al menos 200 millones de féminas han sido víctimas de este proceso.


Hay 4 tipos de mutilación:


1.    Clitoridectomía: Consiste en la extracción parcial o total del clítoris y, en algunos casos, solo del prepucio[1].

2.    Escisión: Eliminación del clítoris con parte de los labios menores.

3.    Infibulación: En este proceso se estrecha la abertura vaginal, mediante el corte o la colocación de los labios menores o mayores.

4.    Otros casos: Punción, perforación, incisión o estiramiento del clítoris o los labios, raspado o cauterización, entre otros.



[1]
 El prepucio femenino cubre el glande y parte del cuerpo del clítoris. También se llama capuchón clitorídeo.


Existen varias razones por las que se practica. En algunos países se realiza por creencias religiosas, en otros representa la transición de la niñez a la madurez o también porque se controla la sexualidad y garantiza el matrimonio de las niñas y el honor en las familias.


Esta acción solo tiene consecuencias negativas para la mujer o niña víctima de ello, como hemorragias, problemas urinarios, quistes, infecciones, complicaciones en el parto e, incluso, la muerte del bebé. También aumenta el riesgo de transmisión del VIH y todo acompañado de consecuencias psicológicas, como pérdida de confianza, ansiedad o depresión.


Algunos de los países en los que se sigue practicando son africanos, y son unos 30: Benín, Burkina Faso, Camerún, Chad, Costa de Marfil, Djibouti, Egipto, Etiopía, Eritrea, Gambia, Ghana, Guinea, Guinea-Bissau, Kenia, Liberia, Malí, Mauritania, Níger, Nigeria, República Centroafricana, República Democrática del Congo, República Unida de Tanzania, Senegal, Sierra Leona, Somalia, Sudán, Togo, Uganda, Yubuti y Zambia. 


En la India, Indonesia, Malasia, Pakistán y Sri Lanka también lo siguen llevando a cabo, y en Oriente Medio en los Emiratos Árabes Unidos, Omán, Yemen, Palestina, Irak e Israel. En América Latina el único país que no se niega a ella es Colombia.


ONU-Mujeres, UNICEF y el Fondo de Población de la ONU son algunas Organizaciones que se dedican a proteger a las mujeres de tal acción, y remarcan la necesidad de crear nuevas políticas y leyes que protejan el derecho de las niñas y las mujeres a vivir sin violencia ni discriminación. También señalan en que hay que acabar con la desigualdad de género y con la creencia de que es una tradición y tiene que ver con la cultura, entre muchas más cosas. 



Hay que acabar con esto. No es tradición, ni cultura, ni mucho menos religión. Es una violación e implica dolor.


Malena Ramos/ 06 de febrero de 2022

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