Los Orígenes del ejército del Imperio Romano I

En poco o nada se diferenciaba el ejército romano primitivo de los de sus vecinos. Nada hacía presagiar que esa pequeña ciudad estado, algún día, se convertiría en uno de los mayores imperios jamás conocidos.


Tito Livio en su Historia de Roma hace referencia ya en el rapto de las sabinas, al potencial bélico romano, hecho muy loable, si tenemos en cuenta el poco tiempo transcurrido desde su fundación. Mas debemos pensar en este primer ejército, como un pequeño contingente , poco numeroso, poco disciplinado y mal armado. Precisamente en consonancia con el resto de ciudades-estado de su entorno.


Fue el primer Rey de Roma Rómulo, el que dividió la Roma ya unificada en treinta curias, en deferencia a las sabinas, poniéndole a cada curia el nombre de una de las sabinas y también en tres centurias de caballeros: ramnes que provendría de Rómulo, ticies del Rey Tito Tacio y lúceres del Rey etrusco Lucerus.


Este sistema de curias parece que quedó establecido militarmente en treinta centurias, formada cada una de ellas por cien infantes y diez jinetes. Lo que nos daría una proporción para el primer ejército romano de tres mil infantes y trescientos jinetes.


Cifra que hay que entender a modo global y como leva. Es decir, estamos hablando de cifras ideales, que lo más probable es que en realidad, fuesen muchos menos los que integrasen este ejército y hablamos de un ejército cívico no permanente, sólo es llamado a filas para la campaña de turno. Teniendo sus integrantes, casi con total seguridad la mayor parte de ellos, otra ocupación durante el resto del tiempo.


Según distintas fuentes, parece que el Rey Rómulo, sí contaba con una guardia personal de trescientos soldados llamados céleres, al modo caudillo con su guardia de corps. No está del todo claro si este nombre lo tomaron de su jefe, Céler, o bien eran jinetes veteranos que comenzaron a llamarse equites, término que posteriormente haría referencia a los soldados de caballería en general.


Continuará...





Luis Miguel Trujillo/ 28 de febrero de 2023


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