Crítica docuserie Marta del Castillo

La joven sevillana Marta del Castillo había quedado el 24 de enero de 2009 con su expareja Miguel Carcaño para hablar. Ese día no sabía que no iba a volver a casa, ni ella ni su familia. 20 días después de su desaparición, la Policía investiga y encuentra una serie de pruebas que hacen saltar las alarmas del peor de los casos. Fue un trabajo difícil para ellos, ya que el asesino cambió de versión hasta siete veces diferentes, cinco imputados, dos sentencias contradictorias, un acusado por encubrimiento y el cuerpo de la joven sin aparecer. 


Doce años después, Netflix estrena una docuserie donde se analiza este dramático caso, llamado “¿Dónde está Marta? Formado por tres episodios de unos 60 minutos, quiere transmitir al espectador el dolor, la rabia y el malestar que se vivió durante ese mes. Lo logra poniéndolo en contexto situando a los protagonistas del caso, explicando los dos “grupos” que se forman: el inocente y el culpable. El grupo inocente está compuesto por la familia y amigos, y el culpable por los causantes del hecho.


El documental está bien grabado, dirigido y editado. No le falta ningún detalle. Los testimonios de la gente del caso y de los periodistas son completos y están bien situados en el tiempo. Los vídeos, las fotografías y las palabras están bien cuidadas. Todo ello transmite angustia y dolor, tanto que puede traspasar la pantalla y puedes llegar a sentir lo que los padres y las hermanas sintieron.


La serie no quiere generar morbo, solo se centra en la investigación y en las dificultades que se tuvieron que superar para conseguir las pruebas. También contiene contenido exclusivo. El acceso a las llamadas de los implicados, las fotos de la red social “Tuenti”, la salida de los abogados de Miguel, la colección de navajas de “El Cuco”, etc…


Un trabajo periodístico muy logrado, donde la sensibilidad está presente en todo momento.


El caso de Marta del Castillo se ha vuelto a reabrir, tras la carta que Miguel Carcaño escribió a la familia de Marta, desde la cárcel, en la que confiesa que el asesino fue su hermano.



El cuerpo sigue sin aparecer, y solo espero, como ciudadana y espectadora, que la familia de Marta no vuelva a pasar las injusticias que vivieron.

Malena Ramos/ 24 de enero de 2022

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